Hay cantos que trascienden toda frontera cósmica: vuelan más allá de toda atmósfera. Y sin embargo, son también una reivindicación de las raíces que nos conforman y que se hallan bien plantadas en la  tierra. Eso define a la banda La María Cantú.

Estos artistas vienen a extasiar el oído con su música repleta de matices, mientras logran expandir nuestra imaginación con la creación poética que los caracteriza. Sus letras retoman la tradición lírica de México: aquella presente en el son jarocho, llena de testimonios, vivencias y leyendas.

La María Cantú se caracteriza también por esa exclamación romántica que distingue a nuestra música popular, acompañada de jaranas, trombones, guitarras, bajos, tambores y un sublime teclado. Así, dan forma a un estilo orgánico, mismo que han moldeado en sus 17 años de existencia.

Sus ocho integrantes se definen como hijos de la tierra: hijos de la primavera morelense. Es en nuestro estado donde crecieron, se conocieron y comenzaron a crear ese combo musical que los caracteriza. Ya desde entonces comenzaron su romance con el son jarocho, pero su rumbo se fue decantando hacia una exquisita fusión de ritmos africanos, ska, rock y otros géneros.

Su meta es compartir los ritmos mexicanos y llevarlos más allá de toda frontera. Por medio de su música pretenden llamar la atención de los jóvenes, para poder construir entre todos una fusión de conciencias: una comunidad donde, no obstante, cada quien preserve su valiosa y única identidad.

Su esencia es la de ser morelenses, pues es en Morelos donde La María Cantú ha encontrado la inspiración para decir “somos raza de gigantes”. Por eso, es en nuestro estado donde hacen la mayor cantidad de conciertos, pues aquí encuentran a su más querido y entrañable público. A ellos dedican el esfuerzo del Festival Zapata Vive, que se realiza en Cuernavaca cada 10 de abril —aniversario luctuoso del Caudillo del Sur desde 2013.

Hay mucho más que saber de ellos, pero antes que nada te invitamos a escucharlos, recomendarlos y presumirlos, pues el talento mexicano (y más aún el morelense) es una joya que no pude dejar de lucirse.