Café Tacvba: dioses del rock en un ritual psicodélico de luces neón
18 / diciembre / 2017

Entre los gritos del rock y la intensa pasión de los tacvbos, el concierto parecía representar un fantástico ritual místico.

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Amor, música y mucho rock, un mantra que nunca desaparece. Este es el lema de Café Tacvba, grupo entrañable, de grandes éxitos y cuya presencia llegó a Cuernavaca el 16 de Diciembre del 2017. El lugar, el Recinto Ferial Acapatzingo, donde en su explanada han existido numerosos eventos como la Feria de la Ciudad. Pero, definitivamente, ninguno como Café Tacvba.

Caracterizado por su carisma, brillo en escena y baile de ratatonga, los miembros del grupo empezaron su concierto en túnicas de vivos colores y listones ultravioleta.

La voz vital del que parecía ser un dios azteca, Rubén Albarrán, era como el reflejo en una casa de espejos: incontrolable y con un timbre que retumbaba en el infinito. La sincronización que había entre los otros integrantes de grupo era igual de psicodélica. Emmanuel del Real estaba posicionado en el centro del escenario. Las luces neón apuntaban a su cuerpo: una figura apenas perceptible, pero cuya luz era como un vapor de copal e incienso. La magia que parecía desprenderse de sus manos era un canto y ofrenda al cielo.

Cada uno de los miembros de la banda bailaba como si estuviera poseído por una fuerza sobrenatural. Los brazos hacia arriba y las manos buscando el límite; un rito al que los espectadores se unieron fervientemente. Algo que Quique Rangel y Roberto Silva también hacían con maestría, al realizar, con cada nota, un tributo al público que transpiraba pasiones desbordadas.

Entre los espectadores había gente de todas las edades, jóvenes cuyo timbre de voz explotaba como luces fugaces; niños que bailaban como si el corazón se les quemara, y adultos que, como estandarte, portaban el ritmo y sabiduría de los antiguos pueblos.

La pasión de cada uno de los participantes en este evento era un arrebatador grito de guerra floral. Tanto el público como la banda parecían ser partícipes de un ritual azteca en el que se honraba a los dioses con las canciones más conocidas —Eres, Cómo te extraño, Me enamoré de una chica banda— y Futuro y Que no del nuevo álbum: Jei Beibi. Este se caracteriza por tener un ritmo más pop y sus temas hablan de situaciones ligadas a la violencia de género.

Aunque el mejor detalle de este evento fue la solidaridad y contacto con la gente que ha hecho de los Tacvbos, más que unas estrellas del rock mexicano, unos dioses de este género.

*Imágenes: Miranda Guerrero

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