Cumbre Infantil Morelense por el Medio Ambiente: donde los niños mexicanos se reúnen a imaginar un futuro sustentable
4 / diciembre / 2017

Anualmente niños de todo el país, preocupados por el medio ambiente, se reúnen en Morelos para proponer a las instituciones soluciones para volver su entorno más sustentable.

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El diálogo abre la posibilidad de vincularnos. Cuando nos vinculamos, podemos resolver de manera equilibrada cualquier problema. Y, aunque se tiene la mala costumbre de dejar a los niños fuera del diálogo -sobre todo cuando se trata de políticas públicas- hay un espacio en donde no sólo son escuchados, también se transforman en agentes de cambio y gestores de la sustentabilidad de su propia comunidad. Este espacio es la Cumbre Infantil Morelense por el Medio Ambiente (CIMMA) y es un evento que ocurre cada año en Morelos.

Se trata de generar reflexiones en torno a formas de vida sustentables; pero no dejar que estas ideas se queden en un terreno conceptual. Los niños que participan trabajan por un año completo en realizar proyectos que traduzcan un enfoque ecológico a la realidad cotidiana de sus entornos más cercanos, especialmente de sus escuelas.

La CIMMA se ha celebrado desde el 2000 sin interrupciones y durante los tres días en que acontece, los participantes exponen la experiencia de llevar a cabo un proyecto de sustentabilidad y otras ideas y preguntas que han planteado durante el año. Los temas que se discuten, pueden ser interesantes para cualquiera, pero en la sede importan mucho, pues hay un impulso fuerte para que la sociedad de Morelos transite a la sustentabilidad. Los temas más discutidos tienen que ver con prioridades como cuidado del agua, suelo, aire, consumo responsable, manejo adecuado de residuos, biodiversidad y cambio climático.

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A través de ejercicios que incentivan el diálogo, entre todos (más de 300 participantes) generan una Declaratoria. En esta, además de establecer las expectativas que el grupo de niños tiene sobre la forma en que se trabajará para asegurar sustentabilidad, delegados de distintas instituciones ambientales se comprometen a realizar acciones que cumplan estas expectativas.

El ejercicio se convierte en un intento por vincular a un grupo social que en realidad no tiene mucha representación política -los niños- con aquellos que efectivamente pueden incidir en las políticas públicas sobre sustentabilidad. Además, como el ejercicio dura todo el año escolar, también integra a las familias, de todas las clases sociales y de todo el país.

A través de una acción que crea comunidad, los niños se convierten en gestores de su comunidad, en auténticos agentes de cambio que llevan la conciencia sobre la sustentabilidad a todos lados.

Este año, la CIMMA será el 6, 7 y 8 de diciembre, en Oaxtepec. Van a participar casi 400 personas de todo el país y algunos invitados de Minnesota, Estados Unidos. Discutirán en torno a la noción de que “somos uno con la naturaleza”.

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