En Coatetelco se escucha un rumor. Quizás sean las aves acuáticas o el canto de la Tlanchana, la sirena que creó la laguna al arrojar flores blancas sobre la tierra. Podría tratarse, también, de las voces lejanas de los otomíes, nahuas y tlahuicas que poblaron esta zona desde hace miles de años. Como sea, todos esos rumores, y más, son lo que representan muchos de los ingredientes que hacen de Coatetelco un sitio mágico.
Se trata de un lugar con mitos, leyendas y sincretismos fascinantes; unos se confunden con otros en una simbiosis como pocas se conocen en todo México. Este hilvanarse de historias y creencias data de cuando llegaron los españoles, quienes destruyeron el templo de Cuaulitzin (la también conocida como Tlanchana), erigiendo sobre sus ruinas la iglesia de San Juan Bautista, a quien actualmente se le rinden festividades cada 24 de junio.
Pero no obstante que se hayan adoptado las creencias foráneas (con rituales como el escapulario), la identidad indígena de Coatetelco persistió tras la conquista. Aquí, los habitantes crearon un abanico de simbolismos y rituales que perduran hasta hoy.
Es esto lo que hace a Coatetelco una de las comunidades indígenas más encantadoras de Morelos y, seguramente, de todo México. Pero, ¿qué más lo caracteriza? Estos son algunos datos que, por sí solos, son razón suficiente para sentirnos orgullosos por nuestras raíces:
Si vas a Coatetelco te empaparás de una tradición indígena única en México. Pero además, podrás hacer actividades recreativas como ciclismo de montaña, pesca, kayak o incluso la pesca de mojarra lobina, una actividad deportiva que consiste en capturar al ejemplar, medirlo, hacer registro fotográfico y de peso y, finalmente, regresarlo a la laguna.
También puedes visitar las ruinas de Coatetelco y el Museo de Sitio de esta zona arqueológica. En ella hay una gran explanada, con basamentos donde se jugaba pelota, se realizaban sacrificios y se hacían ofrendas a Ehécatl, dios del viento.
Coatetelco se encuentra a dos kilómetros de Alpuyeca. Tiene acceso por la carretera Alpuyeca-Miacatlán o Alpuyeca-Puente de Ixtla. Y al sitio arqueológico se puede llegar por medio del transporte público una vez te halles en el pueblo.