Morelos siempre se ha caracterizado por su cultura artesanal. Las festividades sin su representación no son las mismas. ¿Qué sucedería si en el carnaval no hubiera chinelos? Su magia y diversión se perderían entre los invitados. Lo mismo sucede con las piezas del nacimiento. Si bien no representan un momento de júbilo, sino de templanza y solidaridad, la existencia del nacimiento en las salas o jardines de la casa, otorgan un aura diferente. Sobre todo en las épocas navideñas.

Sin estas figuras, la vivencia de muchos recuerdos se perdería. Es por esto la gran importancia de los nacimientos. Más allá de representar el In Nativitate Dómini —el nacimiento del Señor— las figurillas de barro, cera y otros materiales, portan las emociones de una época especial. Por otro lado, el modo en que son realizadas estas figurillas también retrata la cultura de quien las elabora. Esto otorga un aire más cálido al objeto, volviéndolo único e irrepetible. Porque ninguna pieza hecha de manera artesanal vuelve a hacerse.

Al mismo tiempo, la realización y exposición del nacimiento sirve como un calendario de festividades en las comunidades. Cuando uno ya ve que son colocados en las plazas o templos, de inmediato se sabe qué tipo de eventos les seguirán. Por ejemplo, la novena de las posadas, la misa del gallo o los arrullos al niño Dios.

Nada de esto podría darse sin los belenes o pesebres. Su importancia, tanto cultural y social, pasa desapercibida. Para evitar que esto suceda, ven a la exposición Belenismo morelense, revive la importancia del nacimiento con una gran exposición de los pesebres.

¿Cuándo?

Inaugurado desde el 16 de diciembre y expuesta de martes a domingo.

¿Dónde?

Museo Morelense de Arte Popular, ubicado en la calle Hidalgo #239 en el Centro Histórico de Cuernavaca. Martes a domingo de 10 AM a 5 PM.

¿Cuánto?

Entrada Gratis.