El turismo en Morelos es envidiable y cómo no lo sería, si en el estado abundan atractivos de todo tipo. Afortunadamente, el turismo apuesta cada vez más por basarse en el respeto y conservación de las tradiciones locales y por iniciativas sustentables y ecológicas; pues además de las manifestaciones culturales, Morelos es inmensamente bello, por su riqueza natural.

No falta tampoco el interés en invertir en un negocio en tierras morelenses y esto está muy justificado, pues lo que el turismo deja a su paso es muchísima derrama económica. Esto es, evidentemente, muy beneficiosos, siempre y cuando el turismo promovido se mantenga consciente en términos sociales y ambientales, tanto de parte de los turistas, como de los siempre hospitalarios morelenses.

Los negocios familiares y las pequeñas empresas son lo más rentable, pues no requieren de una infraestructura muy elaborada y, casi siempre, pueden utilizar como materia prima aquellas que se encuentran de forma local. Además, son este tipo de negocios los primeros en atender al turismo. Nos referimos a restaurantes, tiendas artesanales, bares, hoteles y hasta iniciativas de turismo de aventura. Todos ellos pueden empezar de forma sencilla, ser administrados por pocas personas y recibir muy buenas ganancias. Apoyos como INCUBA e iniciativas alternativas —como el Mercado Verde Morelos— son un buen lugar para empezar a emprender.

Los negocios familiares tiene un valor agregado que pocas veces es tomado en cuenta. Además de que en sus posibilidades está la de plantearse como socialmente justos, ecológicos y promotores del consumo responsable, son una forma de capitalizar el saber y hacer local, tradicional y ancestral, sin privatizarlo y apoyando a su conservación. Lo que el visitante gana al encontrarse con estas preciosas tradiciones, costumbres y entornos naturales —desde la deliciosa gastronomía, una tarde en el temazcal tradicional o la caminata en un cerro— es realmente invaluable.