Demuestra lo mucho que sabes de Morelos (TRIVIA)
Muchos de los nombres otorgados a distintos municipios y pueblos de nuestro estado son de origen náhuatl, y su etimología, además de preciosa, devela mucho de nuestra cultura.
Así mismo, muestran lo interesante de estas lenguas y de la forma en la cual las conjugaciones crean nuevos significados, lo que en los casos de las nomenclaturas suele recoger rasgos identitarios de cada región. Muchas veces se toma en cuenta el territorio que se ocupa, sus particularidades, pero a veces también de la gente y de lo que hace (cómo trabaja, cómo vive, o incluso alguna cualidad demográfica).
También, en más de un caso, los nombres siguen coincidiendo con lo que realmente hay en el municipio en cuestión, lo cual sugiere sus mayores cualidades. Finalmente, en ocasiones también aluden a vestigio histórico de lo que ahí hubo.
En breve te mostramos algunos de los más interesantes.
Axochi-tl, “flor acuática o nenúfar”, que compuesto como Axochiapan significa “en laguna nenúfares o flores de agua”, pues cuando está en floración por el mes de agosto semeja una alfombra de flores blancas.
Y realmente es así. El lago de Axochiapan se viste de blanco, con esas leves plantas y flores flotando, creando un paraje de ensueño.
Del náhuatl atlatalukan: donde hay agua rojiza o colorada. Su etimología viene de a-atl, agua; atlatlau-I, color rojo, ocre o bermejo, y kan, lugar propio.
El nombre de agua rojiza proviene por el tipo de tierra que hay en este municipio, que al mezclarse con el agua de temporal da una combinación de color ocre. Esta tierra rojiza es un tipo de suelo considerado como el más fértil del mundo por su alto contenido de nutrientes, y proviene de la descomposición de rocas de origen arenito-basáltico como las que se encuentran en Atlatalhuacan, un municipio que por eso es eminentemente agricultor.
Huitzitzillin, colibrí, átl, agu y co, lugar, conforman el significado “En agua de colibrí”. El nombre le viene quizás por sus cercanías a las lagunas de Zempoala, que en tiempos del señorío prehispánico de Huitzilac constituían parte del territorio. La nomenclatura proviene entonces de este gobernador, pero vaya que en este municipio hay hermosos y variado colibríes, como el llamado “garganta azul” o el “berilo”, de gran tamaño.
Sabido es que la palabra se deformó porque los españoles no podían pronunciar el vocablo náhuatl Cuauhnáhuac. La toponimia de la palabra tiene diferentes versiones; la versión aceptada oficialmente es que cuauitl significa árbol y nahuac junto, lo que sería igual a “junto a los árboles”.
La bella flora de Cuernavaca sin duda hace honor a este nombre, pues sus muchas especies arbóreas son también de las más hermosas, como las jacarandas, que tupen de morado la ciudad durante la primavera, así como los cipreses los laureles y las araucarias.
Otra versión dice que el vocablo refiere a que cuauhtli es águila y nahuac refiere a un valle o planicie, lo que vendría de la tradición oral de la lengua mexica.
Anteriormente se llamaba Mapachtlán en lengua náhuatl, de mapach, mapache y tlán, tierra. “Lugar en donde hay muchos mapaches”. Ahora lleva el nombre del Insurgente Francisco Ayala que defendió al lado del cura Don José María Morelos a la heroica Cuautla.
Aunque sigue siendo verdad que mucha de la fauna está compuesta por estos adorables mapaches y tejones, como el característico de cejas blancas y orejas anchas.
Proviene del náhuatl tlal-li, tierra; yaka-tl, nariz o punta, y pan, locativo. Significa, por tanto: “Sobre la punta de la tierra”, “Lugar de los límites o linderos”, “La nariz de la tierra” y “Nacido de lo alto de una montaña”.
Y es que este pueblo mágico se encuentra a 1640 metros sobre el nivel del mar, haciéndolo uno de los poblados más altos de Morelos.
Proviene del náhuatl xoxutla, que a su vez se compone en dos raíces: xoxu, de color azul cielo y tla, diente, un símbolo que indica abundancia.
Así, este vocablo es poesía pura, pues significa “lugar donde abunda el azul cielo”, y hace pensar en una metafórica imagen de un diente clavado en el azul del cielo. Y es que el diente era en las culturas mesoamericanas un hueso humano relacionado a la abundancia (quizás por ser una herramienta efectiva para cortar la carne), e incluso se hacía odontología que tenía fines meramente rituales o religiosos.
El nombre de este poblado indígena es de origen náhuatl y significa “el cerro del encino o roble ahuatl”, que lleva como distintivo el atl, agua, en sus ramas, sobre la terminación tepec, produce ahuatepec, es decir: “pueblo del encino”.
Y verdaderamente Ahuatepec está cubierto del verde característico de esta hermosa variedad arbórea, como se aprecia en el bellísimo Cerro de la Herradura.
El nombre de esta población está compuesto de chinamitl, cerca de cañas, y mecatl, lazo o mecate, es decir: “lazo de seto o cerca de cañas”, pues en sus tierras se cultiva la caña de azúcar desde hace siglos y hasta nuestros días.
Aunque también algunos oriundos relatan que los indígenas llamaron al lugar de ese modo en honor a alguna deidad que adoraban.
Pero sin duda este es un pueblo agrario, por lo cual sus pobladores fueron parte del movimiento zapatista. Es por eso, y porque en Chinameca murió el General Emiliano Zapata, que en la ex hacienda de San Juan se encuentra el Museo del Agrarismo, mismo que relata mucho de la historia de la Revolución en el sur.
Significa “lugar de los sietes ocelotes o donde jugueteaban los ocelotes”, pues cuenta la leyenda que cuando llegaron a establecerse los jesuitas a este lugar encontraron a una hembra ocelote con sus cachorros, nombrando la hacienda en su honor. Es un lugar interesantísimo que constituyó un centro neurálgico de la naciente vida industrial en Morelos tras la conquista.
Ahí se extraía en trapiches el melado para su posterior conversión en azúcar.
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*Referencias: Wikipedia
Nombres geográficos mexicanos del estado de Morelos, 1887
Imágenes: 1) guiaturisticamexico 2) La Unión; 3) Flickr BJ Stacey; 4) Zona Centro Noticias; 5) Zona Franca; 6) Panoramio; 7) pcwallart; 9) vix;