En la cartelera morelense: Good Time, viviendo al límite

26 / enero / 2018

Te contamos por qué no te puedes perder esta fantástica película…

Martin Scorsese –responsable de películas como Taxi Driver y Buenos Muchachos– dijo alguna vez: “Resulta interesante que estos temas de crimen y corrupción política siempre sean relevantes.”

La afirmación parece casi neutral; no una queja o capricho. Scorsese mismo se vale de situaciones que, francamente, son terribles, para construir la narrativa de algunos de sus mejores filmes. De alguna manera él lucra con eventos que, lejos de la pantalla, nos parecen abominables.

Sin embargo, hay que admitir, por lo menos en un discreto silencio, que la vida humana y las relaciones sociales, implican violencia. El mundo es caótico y, ordenarlo implica violencia, pues al hacerlo forzamos las condiciones.

El crimen, la corrupción, “el mal”, se mantienen relevantes porque siempre están presentes. Y se tiene que reflexionar sobre ellos. Tenemos permiso de explorarlos, indagar en sus aspectos más profundos y –también– superficiales. Para un director de cine, eso implica preguntarse por la visualidad de la violencia.

Es relevante que uno de se de permiso de imaginar, de observar los detalles y enfatizarlos; aunque sea de los eventos más terribles. ¿Cuánta atención le ponemos, al fin y al cabo, a lo que vemos en cada momento? A los colores, al brillo, a la sombra, a los matices, los cambios.

Y una película que explora con el afán de deleitarse a través de la visualidad no puede preocuparse por la moral; ni siquiera por la propia. Un creador debería poder poner en cuestión hasta su propia forma de pensar, vivir y comportarse con los otros.

Inspirados por Scorsese, los hermanos Safdie construyeron así su última película. Good Time cuenta la historia de otro par de hermanos Connie y Nick. Cuando uno de ellos termina en la cárcel, el otro comienza un viaje a contrarreloj para intentar liberarlo. En el camino explora el “inframundo” de Nueva York; la violencia; el racismo y las drogas.

El personaje de Connie, interpretado por Robert Pattinson (el mismo de Twilight, probando que es un tipo multifacético) es la encarnación pura de esta fragmentación moral que se permiten los creadores. La torpeza y efervescencia que representa Pattinson, suman a la cualidad documental y –casi cómica, por lo honesta– que caracteriza a esta película.

No te la pierdas, como parte de la selección de la 63 muestra Internacional de Cine.