La moda sustentable florece entre las manos de estas artesanas morelenses
El agua es preciosa, cristalina y pura. Y nos toca mantenerla de esta manera. No sólo porque en el mundo, la escasez de este líquido es una realidad; sino porque la que todavía existe empieza a contaminarse. Debido a esto, necesitamos buscar procedimientos sustentables que permitan el desarrollo y cuidado de nuestro ambiente. Y uno de los mejores es el saneamiento del agua.
Significa limpiar las impurezas del agua para que esté en su óptimo uso. Una de las principales maneras en las que se purifica es con las plantas residuales. Éstas, a partir de procesos químicos y biológicos, separan sus contaminantes. Otra de las maneras en las que se ayuda a su conservación es con el saneamiento de las barrancas.
Usar instalaciones de saneamiento, y de manera correcta, reduce el riesgo de enfermedades o hasta la muerte. Esto es muy importante porque, de acuerdo a la OMS, los sistemas de saneamiento inadecuados constituyen una de las principales causas de morbilidad en el mundo.
La escasez de este líquido es un problema que hay que tomar muy en serio. En respuesta, existen diversas plantas de tratamiento para ayudarnos a su atención y suministro. Actualmente hay 48 que operan en el estado y están ubicadas en 25 de los 33 municipios de Morelos.
Algunos ejemplos son: Alpuyeca, en donde más de ocho mil 300 personas han sido ayudadas por la construcción de alcantarillado y Xoxocotla, donde el saneamiento ha traído mejoras a un aproximado de 21 mil habitantes. En otros lugares, como Jiutepec y Yautepec, el rescate de barrancas continúa. Por otro lado, en Cuautla continúa la construcción de los colectores Carlos Pacheco y la Trinchera Juan-Morales.
De acuerdo al Centro de Información de las Naciones Unidas (CINU); el saneamiento reduce los parásitos, la diarrea, la neumonía y la malnutrición. Además, que haya este tipo de instalaciones ayuda personas más vulnerables a este tipo de enfermedades, como a las mujeres embarazadas.
Cuidar el agua debería ser una tarea de todos. Y existen muchas maneras de hacerlo. Por ejemplo, una de las formas más eficaces es a través de la reducción de su consumo; sobre todo en actividades como lavar trastes, limpiar pisos, etc. Esto no quiere decir que ya no la usemos, sino que seamos más conscientes de cuánta utilizamos para no desperdiciarla. Aunque, otra de las vías por la que podemos protegerla es a través de la participación comunitaria. Ésta última se caracteriza por un involucramiento por parte de las comunidades en cómo o dónde se realizarán plantas residuales u otros proyectos que tengan que ver con su administración.
La importancia del agua no es un juego, su cuidado y mantenimiento significa la protección de muchas vidas y, sobre todo, nuestro derecho a este liquido tan vital. Hay que crear consciencia y no desperdiciarla en nuestras actividades diarias.
*Referencia de imágenes: 6) Zona Centro Noticias