13 platillos que debes probar para decir que estuviste en Morelos
Morelos es conocido por su biodiversidad y su esplendoroso clima. Pero no todo acaba ahí.
La diversidad morelense también abarca otras dimensiones: la multiplicidad étnica, cultural, gastronómica y, por supuesto, una enorme cantidad de aventuras increíbles.
Esta combinación abre un abanico infinito de posibilidades para vivir experiencias sin igual. Aquí te mostramos 7 de ellas. ¿Las conocías?
En Tepoztlán se halla una escultura a la que puedes entrar y que está habitada. En ella vive Mario Ávila, un salvadoreño nacionalizado mexicano que hizo de su casa una escultura orgánica sin precedentes, que bien podría ser una cueva o incluso la matriz de la naturaleza. Sin duda no existe otra igual.
Si vas a Tequesquitengo, a pocos kilómetros de Cuernavaca, podrás visitar Jardines México, un hermoso jardín que tiene el mayor tipo de flores reunidas todas en un solo y hermoso lugar. Pero además podrás contemplarlo a más de 500 metros de altura en los trikes voladores que se encuentran para vivir una experiencia muy especial.
En el balneario Las Estacas no sólo puedes ir a zambullirte en sus aguas naturales, sino que ahora también podrás disfrutar cada año de la experiencia del Campamento Astronómico, para observar el cielo nocturno plagado de tintineantes estrellas y escuchar charlas sobre fenómenos astronómicos. Así, podrás bañarte, de día, en sus manantiales y, de noche, en su cielo nocturno.
A Tepoztlán muchos van para subir el mágico cerro del Tepozteco, donde al llegar pueden observar el adoratorio a los guerreros mexicas que el tlatoani Ahuízotl de Tenochtitlan mandó a construir. Y si vas entre abril y marzo, después de subir el Tepozteco podrás disfrutar de bailar y cantar en sus estepas durante el Festival Ometeotl, un homenaje a la naturaleza y a la música electrónica que se realiza al aire libre en este pueblo mágico.
La iniciativa del turismo vivencial permite entablar un mayor contacto con pueblos originarios y comunidades agrarias. Con esta modalidad de turismo, Morelos facilita una experiencia menos masiva, mucho más íntima y de donde se aprende de viva voz sobre lo más profundo de nuestras culturas y tradiciones. Esta modalidad incluye, además, la participación en talleres de producción de bebidas y alimentos, así como de las artesanías únicas de cada municipio.
La comida está hoy en día mundializada y casi todo es accesible en todos lados. Pero si hay algo que sólo en Morelos puedes probar como en ningún lugar es la cecina, que lleva de apellido el municipio donde se prepara: Yecapixtla. En este hermoso pueblo mágico puedes probar la cecina más fresca, acompañada de aguacate, frijoles de la olla y el único queso de Achichipico.
Morelos ha sido desde la colonia uno de los mayores productores de azúcar, misma que se plantaba en las miles de hectáreas de las enormes haciendas esparcidas en el territorio. Algunas de estas construcciones, geométricas, imponentes y coloridas, son ahora hoteles llenos de historia, como la de San Gabriel de las Palmas y la de San Carlos, que puedes disfrutar a tus anchas.