El cabaret ha sido, desde que se originó, el lugar ideal para sacudir, no solo las caderas, también los viejos prejuicios. Tal vez por eso fue elegido como espacio de expresión y reflexión sobre la sexualidad y el género; pues se abrió como escenario para lo atrevido, lo diferente y lo que, en cada época, corrompe o cuestiona la moral mejor establecida. Y fue precisamente en las periferias urbanas, sociales y culturales donde nació esta clase de espectáculo.
Esta semana en Morelos regresa el Festival Internacional de Cabaret, en su cuarta edición. 12 días completos de espectáculos, talleres y mesas de reflexión en distintos puntos de la ciudad de Cuernavaca. No te puedes perder ni un momento de esta fiesta de colores, danza, teatro y mucho y muy buen humor, del 22 de mayo al 2 de junio. En un sitio como Morelos, con una diversidad, social, racial, sexual y cultural inmensas, estos espacios para reunirse y pensar juntos son vitales. Pero no tienen que dejar de ser increíblemente divertidos.
El cabaret, históricamente, siempre ha estado ligado al humor, la crítica y por, supuesto, la sátira social. Y este festival no será la excepción: se hablará de diversidad (particularmente sexual) y política, con todo el estilo y glamour de un espectáculo de antaño. El show con tintes de nocturno, adornado con música, baile y escenas de humor no dejará de ser extravagante y deliciosamente agudo en sus comentarios.
A nosotros nos toca darnos la oportunidad de disfrutarlo muchísimo y, por qué no, recordar que en Morelos hay lugar para todas y todos.