Es posible que no hayas probado los auténticos tamales de elote, porque cada vez son más difíciles de encontrar. Tal vez sea la aparente poca disposición de elote fresco en las grandes ciudades lo que les ha restado popularidad. Afortunadamente estos son un verdadero clásico (y no sólo en Morelos), que se encuentran casi siempre en sitios donde se siembra la planta fantástica, como en nuestros Pueblos Mágicos.
Los tamales de elote son exquisitos y muy peculiares. Además de harina llevan una buena dosis del elote fresco, haciéndolos suaves, húmedos y aromáticos. A diferencia de otras recetas del clásico tamal, no se preparan con manteca; en su lugar llevan mantequilla. Tienen, en ese sentido, más pinta de postre que otra cosa, aunque lo dulce va variando de región en región. En Morelos sí nos gustan para cerrar la comida con una agradable nota, así que les ponemos bastante azúcar y también canela molida (no en polvo). Pero la decisión final la tendrá el cocinero, como suele suceder.
De entre la inmensa variedad de tamales que se pueden consumir en el estado, esta es una de nuestras preferidas; pero que quede claro: no es la única. Para tamales dulces, no sólo tenemos los clásicos rositas; también de ciruela, piña y hasta de guayaba. Pero los de elote sí que son imperdibles, por eso te compartimos una sencilla receta. Contrario a lo que se piensa, los tamales no son difíciles de hacer. La cosa es seguir bien las instrucciones. ¡No te vas a arrepentir de prepararlos y compartirlos!
6 elotes tiernos con hoja
1 pizca de sal
1 kilogramo de harina para tamales
3 cucharadas de azúcar (si lo quieres más dulces, puedes poner un poco más)
Canela molida, no el polvo (opcional)
200 gramos de mantequilla
Leche (cantidad necesaria)
Te compartimos a continuación la receta del encantador chef mexicano Yuri de Gortari, cuidadosamente explicada:
*Imagen destacada: Viva La Cocina.