Se cuenta que el chinelo nació, más o menos en 1850. A los indígenas no se les permitía formar parte del carnaval que viene antes de la cuaresma, aunque sí se les obligaba a hacer los ayunos y cumplir con las abstenciones necesarias cuando esta llegaba. Hartos de esa injusticia, unos jóvenes indígenas se disfrazaron con ropa vieja de sus patrones españoles y se cubrieron las caras con manta blanca. En afán de parodiarlos, se pusieron a menear las caderas, brincar, gritar y chiflar.
A todos les dio tanta risa que se decidieron a volverlo a hacer al siguiente año. Con el paso del tiempo, las ropas viejas se cambiaron por los magníficos vestuarios de intrincados diseños que hoy conocemos. A su vez los paños de manta con las máscaras que representan a hombres blancos, rubios, barbones y sonrojados. El chinelo, con su divertido origen, ahora es uno de los más representativos símbolos de la cultura morelense.
Es por esto, que un grupo de morelenses en Estados Unidos se han dado a la tarea de difundir a este personaje y a su tradicional baile. Para ellos, el brinco del chinelo es motivo de cohesión entre paisanos y una forma de dar a conocer la historia del estado en todo el mundo. Y 2017 ha sido un año muy importante para los chinelos en el extranjero.
A principios de año, la exposición “Explosión Chinelera 2017” se presentó en Springdale, Arkansas. Allí se mostraron los atuendos del chinelo y se realizaron diversas actividades que involucraban a todos los visitante. No faltó el clásico brinco, lleno de música y colores. Grupos chineleros de otras partes de Estados Unidos estuvieron presentes. Estos grupos organizan brincos regularmente. En ellos exhiben su cultura y generan una rica sensación de comunidad entre los asistentes. Estos eventos son completamente gratuitos, a pesar de que los trajes de chinelo sean cada vez más costosos. Demuestran así, que los morelenses son tan solidarios y afectos a lo comunitario en el extranjero, como en su propio estado.
Destacaron en el evento los Chinelos Unidos de Arkansas, quienes también participaron en agosto en el “Chinelo Fest” de Chicago. El evento, al que asistieron migrantes morelenses, incluyó talleres para hacer trajes y muestras gastronómicas y de pintura.
La presencia chinelera en Estados Unidos se está haciendo muy fuerte, probando que las tradiciones ancestrales que invitan al colorido, la fiesta y la comunión con quienes te rodean, son perdurables y vale la pena mantenerlas.
*Imágenes: 1 y3) Diario de Morelos; 2) Fuente no especificada
