Desde hace algunos años, expertos en geología han encontrado vestigios de fauna acuática en varias partes de Morelos. Investigadores de la UAEM que realizaban trabajo de campo en Tlaquiltenango descubrieron fortuitamente un yacimiento de caracoles fosilizados entre las rocas, de aproximadamente 150 millones de años de antigüedad. Además de estos, se han encontrado fósiles en Jiutepec, a la altura de La Huizachera y en Cañón de Lobos, de los cuales destacan moluscos, corales y otras criaturas subacuáticas.
Debido a que pocas de estas criaturas eran de agua dulce, estos expertos han ido llegando a la conclusión de que no sólo el territorio ocupado por estas ciudades, sino todo Morelos y probablemente gran parte de la República Mexicana, se encontraba bajo el océano, hace millones de años.
También el municipio de Yautepec ha resaltado por el descubrimiento de restos de mamut colombino, que apareció luego de que fuertes lluvias erosionaran la tierra. Este representante de la megafauna antigua se encontró en torno a un lago que data del paleolítico, lo que señala que el paisaje de esta localidad, conocida como La Nopalera ha cambiado radicalmente en los últimos 30 mil años.
Entre todos estos tesoros naturales, también se han encontrado piezas prehispánicas en Tepoztlán, algunas de la cuales han surgido entre las máquinas de la actual ampliación de la autopista. Esto muestra la existencia de lugares ceremoniales, posiblemente Tlahuicas, desconocidos hasta la fecha.
Puede parecer natural que haya geólogos, antropólogos y toda clase de investigadores ahondando en estas regiones, pero muchos de estos descubrimientos se han hecho por accidente: los hallazgos en Jiutepec aparecieron en una mina de grava, gracias a la dinamita utilizada para la explotación del mineral; los de Yautepec fueron hallados por un vecino de la comunidad y los de Tepoztlán, debido a los procesos de urbanización.
Aunque haya esfuerzos por rescatar algunos de estos lugares y hacerlos zonas naturales protegidas, lo cierto es que cada vez hay más crecimiento de las ciudades y más necesidad de explotar el territorio. Quizás esto no se pueda detener y por eso es cada vez más importante establecer una relación si no respetuosa al menos consciente con los lugares que habitamos. No siempre estuvieron llenos de balnearios maravillosos, plazas comerciales modernas y casas estilo colonial. Frente a esta responsabilidad que tenemos sobre nuestra preciosa tierra, estos “fósiles” nos recuerdan que nosotros no fuimos los primeros en llegar…