Algunos ingredientes nunca pasan de moda. Tal vez por sus ricas propiedades o por su gran valor cultural. En Morelos nos encanta hacer honor a estas delicias y por eso mantenemos vivas múltiples recetas antiguas, algunas, incluso, tienen orígenes prehispánicos. Uno de los ingredientes predilectos de nuestros ancestros y de las culturas que aún mantienen con vida su legado, son los hongos del árbol de cazahuate.
Inolvidables por su forma, estos hongos brotan abundantemente en los troncos húmedos de los cerros. Su textura es carnosa y consistente; con un poco de sazón, no le envidian nada a la carne. Su nutritiva composición también es sorprendente. Están llenos de vitaminas B, C, E y K, además de minerales y un alto contenido de proteínas. En Morelos los usamos para el mole rojo, el pipián, las quesadillas, tamales, acompañando un guisado de carne de cerdo y, en temporada de lluvias –cuando los hongos se encuentran casi en cualquier lado– nos encantan en sopas.
Te compartimos, entonces, esta receta, que suelta en el hervor un olor inolvidable…
*Imagen destacada: Larousse Cocina