¿Sabes qué municipio morelense eres? (TEST)
Tlayacapan, como muchos pueblos morelenses, ha sido muy querido por albergar algunos increíbles recintos arquitectónicos con mucha historia. Sin embargo, la vitalidad de este sitio (y de tantos otros en Morelos) no brota exclusivamente de sus riquezas materiales. En más de un sentido, hemos tenido que aprender esta lección, que volvió a nosotros en forma de sacudida, durante el sismo de septiembre de 2017.
Hay que decirlo: a pesar del tiempo, los pueblos afectados por este desafortunado fenómeno natural aún están lidiando con las consecuencias, físicas y, por supuesto, emocionales. Espacios como el magnífico Ex convento de san Juan Bautista, en el centro de este Pueblo Mágico, han sido fundamentales para los pobladores de Tlayacapan y no poder utilizarlos es, por ponerlo en pocas y humildes palabras, desolador.
Fotografía: Ian Benet.
Sin embargo, el convento sigue en pie y también otras maravillas de este lindo municipio. Especialmente su fuerza y máximo atractivo: sus pobladores. Estos sujetos guerreros mantienen floreciendo al lugar que aguarda con los brazos bien abiertos a todos los viajeros, de México y del mundo. En Tlayacapan, gracias a la creatividad y cariño de la gente, hay muchísimo que ver, hacer, probar y disfrutar. Y a todos los curiosos, a los que nos encanta conocer sitios nuevos y, por supuesto a quienes amamos profundamente Morelos, nos toca ir a visitar y apoyar la economía local de este mágico lugar.
Fotografía: Ian Benet.
Este edificio es precioso y data del siglo XVII. Anataño funcionaba como fábrica de velas. Actualmente es ocupado por los funcionarios del ayuntamiento, pues el palacio municipal se encuentra inhabilitado. Sin embargo, el sitio continúa siendo un centro cultural, donde se exhiben, en la sala central la colección permanente de artesanías y piezas prehispánicas locales. Además, recientemente fue inaugurada una exposición fotográfica titulada “Memorias del sismo” de José Cruz Díaz; quien abre este espacio a la reflexión sobre la experiencia y las enseñanzas que nos dejó esta vivencia. Visita este espacio de 9:00 a 16:00 hrs.
Fotografía: Ian Benet.
Afuera del palacio municipal, encontrarás unos curiosos moto taxis dedicados a hacer recorridos turísticos por el pueblo. A pesar de que están inahibilitadas, se visitan por fuera las capillas de cada barrio (que vale la pena admirar). Lo más interesante es que durante el recorrido los guías platican la historia y curiosidades sobre Tlayacapan. Felizmente, las memorias son estructuras que se quedan con las personas. Esta es una experiencia que disfrutarás mucho, pues las callecitas empedradas del pueblo y el horizonte rematado con los preciosos cerros y montañas son un deleite para los ojos.
Las artesanías son el mero mole de la gente de Tlayacapan. Aquí la tradición artesanal está bien establecida. Entre otras cosas, hay muchísimos expertos del barro y la cerámica. Puedes encontrar piezas utilitarias, artísticas y decorativas de todas las formas y colores; entre ellas las populares ollas de barro de cuatro orejas. Además hay papel picado, máscaras, ropa bordada y por supuesto, ceras escamadas: tremendas veladoras talladas delicadamente, utilizadas en las fiestas patronales para decorar las iglesias.
Fotografía: Ian Benet.
Mientras que no es posible pasar al Ex convento, sí puedes darte una vuelta por el atrio, que consiste de un gran jardín, donde puedes disfrutar un momento a la sombra de un árbol y probar un rico flan, preparado por las monjas del pueblo. (Es realmente delicioso, no te lo quieres perder) o llevarte un pequeño recuerdo de Tlayacapan, cortesía de un artesano local.
Fotografía: Ian Benet.
En el cerro del Tlatoani se encuentra una zona arqueológica restaurada que, además de estar cargada de historia, se encuentra en un punto muy privilegiado para quien disfruta los paisajes naturales. El trayecto es un poco intrincado, pero vale la pena, pues hace que uno se interne en la montaña y se deje abrazar por la verde flora, además en el camino puedes apreciar unas curiosas pinturas rupestres. Para visitarla tienes que solicitar un permiso especial con anticipación del ayuntamiento. Llama al 01 735 357 6727.
Lindos hoteles, spas y sitios de relajación y medicina tradicional, son comunes en Tlayacapan. Si quieres pasar unos días absolutamente relajado, puedes disfrutar de un buen masaje, un baño de temazcal o un tratamiento para la piel con barro. En lugares como Casa Tonantzin y Biocalli encontrarás también talleres de sanación y hasta tratamientos naturales para bajar de peso.
Tlayacapan es la tierra que vio nacer a nuestros queridos chinelos. La primer semana de la cuaresma se lleva a cabo el tradicional brinco. Además, el 24 de junio es la fiesta de San Juan Bautista, patrono de la comunidad ¡y esta se celebra en grande!
Fotografía: Ian Benet.
En las calles puedes encontrar deliciosos antojitos, clásicos de la gastronomía morelense; dulces típicos y un montón de vendedores de delicioso pan dulce. En los grandes restaurantes como Emilianos y La Renacuaja, podrás disfrutar de fantásticas y elegantes versiones de la mejor comida mexicana. Para los que buscan algo alternativo, La Esquina Vegetariana, ofrece alimentos sin carne y preparados con ingredientes cultivados en los campos locales, de forma sustentable. Otra opción es disfrutar de un rico y refrescante coctel de mezcal y unas enchiladas de mole en la cantina Mil Amores.
Fotografía: Ian Benet.
También en Más de Morelos: 3 increíbles restaurantes para disfrutar en Tlayacapan
*Información: Ian Benet.