Los bosques morelenses son verdaderamente mágicos. Si has estado en uno sabes que lo decimos en serio, el clima es refrescante y, a al mismo tiempo, reconforta; miles de tonos de verde colorean la mirada, y fantásticos animales y plantas brotan incesantemente.
Es increíblemente desafortunado que su mayor peligro sean nuestros descuidos y negligencias. Cuando un bosque se pierde, especialmente a causa de la tala ilegal o los incendios, regenerarlo es complicadísimo y conlleva mucho trabajo y tiempo. Y parece, a veces, que somos descuidados con la naturaleza porque no sabemos lo valiosa que es en realidad.
Aunque Morelos es un estado pequeño, su biodiversidad es muy variada y gozamos de múltiples ecosistemas distintos. De cada uno de ellos depende el aire limpio y fresco que respiramos y que muchos en las ciudades nos envidian. Por otro lado, nuestros queridos animales endémicos, muchos ricos alimentos silvestres y hasta las plantas medicinales, significativas para muchísimas generaciones, dependen del bienestar del bosque.
También del bosque dependen las vidas de algunas comunidades rurales que de él se alimentan o lo aprovechan sustentablemente. Incluso algunas de nuestras actividades favoritas, como los deportes extremos, están íntimamente ligadas a la naturaleza.
Los incendios forestales son el agente más destructivo para los bosques en Morelos y la mayoría de ellos son provocados por personas. Estos afectan a los ecosistemas en muchísimos niveles, pues además de destructivos son muy contaminantes y riesgosos para la salud.
¿Qué se ha hecho para protegerlos?
Muchos recintos naturales han sido recuperados y declarados Áreas Naturales Protegidas. En ellas se procura el desarrollo de proyectos colectivos y sustentables, como producción de miel, cultivo de plantas medicinales y ecoturismo. Las comunidades así se vuelven responsable del bosque que nos pertenece y beneficia a todos: personas, animales, plantas y cada ser que lo habita.
Por otro lado existe un Plan Estatal de Contingencia (que puedes revisar aquí) frente a este tipo de eventualidades y funciona como una medida preventiva. Las zonas más afectadas son estudiadas constantemente y se diseñan estrategias comunitarias y municipales para mantenerlas protegidas y atenderlas lo más rápidamente posible si ocurre un incendio.
¿Qué puedes hacer tú?
Además de informarte sobre estos planes y estrategias y asegurarte de que funcionen en las áreas naturales cercanas a ti hay una serie de acciones muy sencillas que puedes realizar.
- Cuando estés en el bosque, no arrojes al suelo colillas de cigarro o cerillos.
- Nunca dejes en un bosque material combustible que pueda ocasionar un incendio.
- No enciendas fogatas, a menos que te encuentres en un sitio especial donde esté permitido hacerlo.
- No entres a zonas de matorrales secos con autos o motocicletas.
- Cuando encuentres una fogata humeante en el bosque, apagala.
- Denuncia cuando alguien más incumpla las reglas.
- Llama inmediatamente a protección civil si detectas un incendio (01 777 100 0515).
- No trates de apagar o enfrentar un incendio tú mismo. El fuego es muy peligroso y destructivo.
- ¡Cuídate y cuida los bosques de Morelos!