Las vacaciones son maravillosas. Especialmente las de verano. Momentos eternos de ocio bajo el sol. Trajes de baño, sombreros y el aroma distante del bloqueador solar. Fruta fresca con limón y sal. ¿Quién no disfruta estas delicias?
Pero para tener la mejor experiencia, tienes que elegir el lugar perfecto y sabemos que, como millones de viajeros, tienes a Morelos en mente. Así, es nuestro deber advertirte que hay 5 motivos para no visitar esta tierra en el verano. Tienes que tenerlos en cuenta para planear las mejores vacaciones de tu vida.
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El calor es abrumador (pero los balnearios lo hacen delicioso)
El calor está fuerte, pero te va a encantar sentirlo, porque tenemos las mejor formas de refrescarte. En Morelos hay, literalmente, cientos de balnearios. Algunos más tradicionales, con aguas termales curativas; otros más contemporáneos, mucho más parecidos a parques de aventura. Vas a terminar enamorándote del verano morelense…
Te vas a quedar con hambre (porque todo se te va a antojar)
No vas a poder con todas las delicias que están a tu alcance en Morelos. Los veranos son perfectos para asar una rica cecina al aire libre, para ir a desayunar con calma quesadillas y tlacoyos al mercado. Las nieves abundan, son deliciosas y de sabores insospechados, que combinan nuestras ricas frutas locales. Y cuando ya estés satisfecho, se te volverá a abrir el apetito con el aroma de una deliciosa trucha recién cocinada y los colores brillantes de un raspado de mango o tamarindo con chile…
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Se te va a cansar la vista (porque cada paisaje te dejará deslumbrado)
A donde mires, Morelos es precioso. Con sus increíbles montañas, cerros, ríos, lagos. La flora está en su punto, las lluvias dejaron todo verde y la primavera nos regaló cientos de flores. Y por si eso no fuera suficiente, cada rincón de nuestros queridos pueblos, te recibe con su encanto y la visión de algunos de los sitios más cargados de tradiciones y belleza de todo el país.
Te vas a volver adicto… ¡a la aventura!
No hay forma de aburrirse en Morelos, sobre todo porque nuestra abundante naturaleza y el inmenso territorio dominado por ella se abren a la aventura. Puedes apreciar Morelos desde los cielos, a bordo de un parapente o un globo aerostático. Tal vez desde el fondo de un río precioso y cristalino, buceando en Las Estacas. Para los aventados, Morelos se mira a toda velocidad, en una bicicleta de montaña o esquiando en Tequesquitengo. Y si prefieres una aventura tranquila, para descubrir la belleza que te rodea las comunidades de todo el estado organizan caminatas interpretativas en las reservas naturales que protegen, a lo largo de las zonas arqueológicas que aún veneran o cruzando los sitios culturales más especiales de sus pueblos.
Vas a extrañar tu hogar (cuando te vayas de Morelos)
No vengas a Morelos, porque te va a costar mucho irte. Vas a quedar prendado de este encantador territorio (tan lindo y querido, que los morelenses no encontramos forma de desconectarnos de él). No vengas a Morelos, porque cuando vuelvas a casa, mirarás el horizonte y entenderás que tu cabeza siempre está en otra parte, un hogar que te adoptó con muchas ganas…
