A nuestros hermosos pueblos se les conoce y quiere por su belleza y pintorescas tradiciones. Pero, turisteando, nos olvidamos de las narrativas de sus entrañas. Poco los imaginamos como el escenario de las complejas vidas de sus pobladores; en su lugar los pensamos desde fuera, nos parecen sólo sitios exóticos y encantadores.
Pero son artistas los que miran a profundidad, imaginan en nuestras localidades a personajes con historias conmovedoras. Así lo han hecho cineastas como Luis Buñuel y Carlos Reygadas; actores como Marlon Brando; escritores como Alfonso Reyes, Malcolm Lowry e Ignacio Manuel Altamirano y tantos otros creativos.
Fue en 2006 que los creadores del video musical de “When You Were Young” por The Killers concibieron una pasional historia, representada en el magico Tlayacapan. Dirigida por Anthony Mandler, la producción es resultado de una colaboración con actores y técnicos mexicanos. Al centro del video está la locación, que ofrece paisajes y sitios arquitectónicos rústicos, místicos y que llaman incesantemente al ojo.
Haciendo honor al paisaje cinematográfico local, el equipo decidió inspirarse en el cine del mexicano (y vecino morelense) Carlos Reygadas, específicamente de su trabajo en Japón y Batalla en el cielo.
Sonia Couoh y Gustavo Sánchez Parra (ambos reconocidos actores mexicanos) interpretan a una pareja que se enamora apasionadamente, pero después, siguiendo la desafortunada trama de la canción, se pierden entre el dolor y terribles complicaciones. Ambos hacen una labor fantástica, con gestos sutiles y verosímiles; sin exagerar sus partes y haciendo buena justicia a la vida en este sitio morelense y otras zonas rurales de México.
La cinematografía, tanto como las actuaciones, es admirable y sobrepasa el nivel cotidiano de este tipo de producciones, normalmente destinadas al formato de la televisión. Además, es verdaderamente precioso encontrar una buena ficción, compleja y bien articulada, que se desarrolle en un sitio como este. La historia habla de amor, traiciones y todos los componentes clásicos de un buen drama; pero no se pierde de la tradición y de la profunda religiosidad que envuelve a los habitantes de Tlayacapan.
Son contadas las expresiones populares que le dan lugar a personajes de un entorno rural en una historia como esta, sin exagerar o parodiar. Es agradable ver la remezcla, hecha con muchísimo respeto y cariño. Además, la música y la letra son fantásticas. Dale una repasada a esta pieza audiovisual: la vas a disfrutar mucho.
No te pierdas, además, este curioso detrás de cámaras.