Los mejores lugares para acampar en Morelos (y un par de tips)
En este territorio, abundante en riquezas naturales, a veces damos nos olvidamos de nuestra buena suerte. Y es que estar tan en contacto con la flora y fauna es muy benéfico para la salud mental y física. Tan sólo poner nuestra atención en los árboles, plantas y pequeños animales que nos rodean es suficiente para cambiar nuestra perspectiva sobre la vida cotidiana.
Está comprobado que estar cerca de la naturaleza nos ayuda a disminuir el estrés, aumentar la productividad, la sensación de bienestar y el buen humor. Y no es necesario irte a vivir en medio de un bosque para volver a generar esta conexión, se trata de acercarte y disfrutar, de vez en cuando, las bondades del entorno. Aquí te recomendamos algunos lugares para hacerlo.
Este sitio es verdaderamente mágico. Lo conforman 7 lagos y un bosque que desborda. Un espacio perfecto para pasar un día de campo, comer pescado fresco o para acampar y dejarse cobijar por las estrellas.
Si continúa siendo uno de los sitios más populares de Morelos, es porque no ha dejado de ser inmensamente hermoso. Adornado con la pirámide dedicada al dios Tepoztécatl, los cerros son imponentes y no podrás dejar de admirarlos.
Esta reserva es tremenda. Abarca diversos municipios (Talquiltenango, Puente de Ixtla, Tepalcingo y Jojutla). Uno de los sitios clave es el sitio “El limón”, donde te puedes dar una buena dosis de aventura en las caminatas, cabalgatas o un recorrido en bicicleta de montaña. La vegetación es hermosa y podrás observar a distintos animales endémicos.
Sin duda uno de los sitios más mágicos de México. Imperdible si te das una vuelta por Morelos. No tienes que ser un alpinista experto para disfrutarlo, pues además del valeroso ascenso, se practica senderismo y ciclismo de montaña, acampada días de campo. Para donde mires, te encontrarás con una visión espectacular. Si esto no te cura el estrés, nada lo hará.
En San Antonio Analco, experimenta la visión de una cascada de leyenda. Tiene una caída de 40 metros y se puede apreciar desde un mirador al que es fácil acceder. Se cuenta que la cascada nació cuando una doncella murió llorándole a su prometido, un guerrero que había muerto en batalla. Su cabellera creció y creció, hasta que ella se convirtió en cascada.