Morelos está vibrando, en muchísimos sentidos. Algunos negativos, algunos positivos; todos abriendo pequeños espacios para generar nuevas relaciones, entre elementos que parecían muy lejanos; entre personas y objetos que se pensaban extraños entre sí; entre tradiciones bien amarradas y prácticamente indelebles y deliciosas corrupciones de las mismas, pero fabricadas con la mano y visión de lo contemporáneo. Entre toda esta efervescencia, surge la necesidad de abrir un espacio dispuesto a estos nuevos diálogos, discursos que van en serio y que están listos para conocer y aprovechar el entorno diverso en el que están parados.
Fotografía: Jaime Navarro/Arquine.
Afortunadamente llegó (y con todo) el Museo Morelense de Arte Contemporáneo “Juan Soriano”, que va a concentrarse en “el conocimiento y disfrute del arte moderno y contemporáneo”. Además, pretenden abrirse como un espacio para reforzar los lazos comunitarios a través del arte, la participación pública, el conocimiento, las experiencias estéticas y el pensamiento creativo.
El edificio mismo que lo alberga es una declaración sobre la reintegración de lo comunitario: la obra del arquitecto Javier Sánchez Corral vincula al poblado de Amatitlán con el centro de la ciudad de Cuernavaca. Además, abre, entre los cubos del edificio, un jardín escultórico público.
Fotografía: Jaime Navarro/Arquine.
Pero el corazón de este recinto, su eje central, es la propuesta de exhibir un programa que haga conversar a distintos temas, disciplinas, creadores, investigadores y, por supuesto, públicos.
Además de las exhibiciones temporales que podrás explorar en el museo, el espacio tiene un archivo con más de 1200 obras del artista mexicano Juan Soriano, entre escultura, pintura, dibujos y grabados. Este archivo también contiene libros de la biblioteca de Soriano, textos personales, fotografías y hasta correspondencia con personajes como Octavio Paz y Rufino Tamayo.
Fotografía: Jaime Navarro/Arquine.
Siguiendo la noción de integración e interdisciplina, además de las salas de exposición, puedes visitar la biblioteca, abierta a todo público. El acervo se compone por libros y catálogos especializados en arte y museos. Desde el momento en que abra sus puertas (este 8 de junio) podrás participar en los programas públicos: talleres, visitas guiadas, conciertos, conferencias y cine, que abren un momento para disfrutar y reflexionar en conjunto.
Este museo está hecho para usarse. Quien diseñó el edificio estaba pensando en volverlo un punto de comunión entre el entorno natural del terreno donde está construido; la estructura misma del museo; el arte como movimiento, realidad y disciplina, y por supuesto, los visitantes. Es un sitio que está hecho para que lo hagas parte de tu vida cotidiana, incluso como mero pasaje urbano; pero sobre todo como un espacio para suspender tu día a día y re-configurarlo. En muchos sentidos esa es la labor general del arte contemporáneo: abrir huecos, hacer preguntas, suspender progresiones fijas. Otra cosa: el museo es para todos, a ti te toca ir a disfrutarlo y aprovechar lo que está abriendo.
¿Qué habrá?
El museo inaugura el 8 de junio con dos exposiciones: la muestra permanente de Juan Soriano y una temporal de Gustavo Pérez Monzón. Además habrá un coloquio inaugural: “Imaginar el Museo”, donde diversos especialistas van a dialogar sobre los desafíos que hay en estos espacios de conocimiento y las formas de hacer. No puedes dejar de ir y darte el tiempo de generar buenas preguntas, que pongan a vibrar a este proyecto y a todos los que vengan.
¿Cuándo y dónde?
Martes a domingo, de 10:00 a 17:00 hrs. En Dr. Guillermo Gándara 415, Amatitlán, Cuernavaca. Recuerda que la entrada es totalmente libre. Llama al 01 777 329 2200 Ext 1026 y visita el sitio de Facebook del museo.
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