Razones por las que los morelenses no podríamos haber nacido en ninguna otra tierra
29 / mayo / 2018

Nuestra tierra es lo que nos hace realmente únicos ¿lo habías pensado?

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Ser morelense, como sucede con cualquier otro aspecto de la identidad, es un asunto de convicciones. Se es morelense porque así se siente, porque así lo quiere, no sólo porque se nace aquí. Con esto en mente, hemos adoptado en estas tierras ha muchas personas increíbles que ya no nos quieren dejar.

Pero ¿qué es lo que nos hace tan especiales?, ¿por qué somos como somos aquí y no en cualquier otra parte? Esto, a pesar de venir todos de diferentes sitios y de llevar con nosotros el legado de una cultura bien diversa. Y aunque, hay que enfatizar, sobre la identidad morelense (ni ninguna otra) nadie tiene la última palabra, sin duda hay algo que todos los que nos pusimos esa camiseta compartimos y es esta tierra. En ese sentido, podemos darte algunas razones por las que los morelenses, así como somos, sólo podemos florecer aquí.

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Esta es tierra de maíz

Sin duda algo que compartimos con otras partes de la república, como Oaxaca y Guerrero, porque en prácticamente todo el país hay maíz. Es el ingrediente clave de la gastronomía, sin embargo, nosotros somos uno de los pueblos que guardan la inmensa responsabilidad de mantener vivo el maíz nativo y el hacer de tortillas nixtamalizadas; porque la milpa sigue siendo parte de nuestra vida cotidiana.

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La curiosa y bien calibrada identidad multicultural

 

Sin duda, eso que se pueda presumir como “identidad morelense” es resultado de una combinación realmente única. Históricamente hemos sido sitio de remezcla social y cultural. Entre tlahuicas, mexicas, olmecas; después zapotecas, mixtecos; españoles; ahora, de diferentes estados y países… Y esto solo en las etnías. También somos un abanico de ideologías, religiones, creencias, tradiciones, formas de expresar la sexualidad… Miles de pequeñas y preciosas particularidades se abrazan para formar este espacio. El resultado son la multiplicidad de lenguas, tradiciones artesanales, gastronómicas y una serie de creencias profundas que comparten la magia y la disolución de sus fonteras…

Los cerros y montañas

 

La geografía es muy importante para nosotros. No sólo dicta nuestras formas de vida. También incide en nuestras creencias y en nuestras prácticas místicas. Con los volcanes tenemos una relación de respeto muy especial. Muchos de nuestros cerros son considerados santuarios o sitios divinos y están bien marcados en nuestras mitologías. Los bichos y animales que habitan estos espacios tienen un significado especial para nosotros…

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El pulque

 

Esta especial bebida (regalo de la tierra) ha sido siempre parte de nuestra historia, es fundamental en nuestros mitos y sigue siendo parte de la forma de vida de muchos habitantes de la región dedicados a su producción, venta y, claro, delicioso consumo… Con el pulque tenemos un romance eterno. 

El clima

 

Este factor, que aparece fuera de nuestro control, tiene un poder especial sobre nuestros estados de ánimo. ¿A poco no lo has experimentado? Así, no sería muy alocado concluir que el clima morelense (adorado por los turtistas, a veces detestado por los propios morelenses acalorados) pone su granito de arena en nuestra forma de ser y estar. Por otro lado, al clima también le debemos muchos de nuestros alimentos preferidos, como el arroz y el nopal, que son mejores en Morelos que en ninguna otra parte.

La desbordante fertilidad de la tierra

 

Este es territorio de siembra, de tradiciones campesinas como la fiesta del maíz y los bien queridos jaripeos. La tierra dicta los ciclos de vida en Morelos, el día a día y hasta las fechas para las fiestas religiosas. Pero también le debemos a esta fertilidad nuestra historia. Fue esta la que llevó a Hernán Cortés a llenar nuestra tierra de haciendas, especialmente para el cultivo de caña. Y fueron estas haciendas contra las que luchó Emiliano Zapata. ¡Hasta los chinelos nacieron en este contexto! Nuestra tierra es lo que nos hace realmente únicos ¿lo habías pensado?

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