“Tepoz” le decimos de cariño y este pueblo es considerado por muchos morelenses uno de los lugares más hermosos del estado. Tenemos buenas razones para sostenerlo y podemos prometerte que la popularidad del Pueblo Mágico no es injustificada.
En gran medida su belleza y también su riqueza cultural recaen precisamente en que es un sitio inmensamente diverso, que ha recibido a una buena cantidad de migrantes y viajeros de todo el país, y también de muchas partes del mundo.
En Tepoztlán convergen ritmos de vida, creencias y expresiones culturales de todo tipo. Eso es realmente delicioso para los habitantes y también un fuerte atractivo turístico. Si no has tenido la fortuna de visitarlo, sin duda te estás perdiendo una de las grandes joyas, no sólo de Morelos, también de México. Así, queremos presentarte 16 razones por las que Tepoztlán es uno de los municipios morelenses más queridos.
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El magnífico paisaje y la riqueza natural
Los cerros de Tepoztlán tienen formas excepcionales y rodean completamente al pueblo, formando un inmenso valle al centro. En tiempo de lluvias se pintan de verde y se llenan de pozas y cascadas. En los atardeceres de otoño se ponen rojos como el sol. Además, por donde camines encuentras indicios de naturaleza, siempre hay lindo árbol de colorín o jacaranda coloreando las calles. En los inmensos parajes boscosos habitan algunas de las más queridas especies endémicas de la región, como el conejito zacatuche.
Comida fantástica
Tepoztlán es famoso por ofrecer buena comida en todos sus rincones. No sólo te encontrarás con una magnífica versión de los clásicos morelenses (como los tlacoyos o los tacos acorazados), también hay riquísima comida prehispánica, vegana, vegetariana y unas excelentes panaderías. No sólo los grandes restaurantes ofrecen estas deliciosas propuestas, también los pequeños puestos callejeros.
Mercado tradicional y productos locales
Muchos de estos ricos productos y alimentos los puedes encontrar en el precioso mercado tradicional, uno de los más increíbles del estado. La atmósfera es familiar, muy agradable y todo lo que encuentras está muy fresco. Muchos de los vendedores son también los productores, especialmente de frutas locales como los duraznos, las manzanas, las chirimoyas y el aguacate.
Tradición artesanal
En la Avenida Revolución puedes encontrar un inmenso abanico de artesanías de todo tipo, provenientes de diversas partes del estado o también de estados cercanos como Oaxaca y Guerrero. Si te gusta el arte mexicano, no te puedes perder este sitio.
Tradiciones y fiestas patronales
Los tepoztecos son unos verdaderos apasionados de sus fiestas patronales. Dos veces al año se celebra a cada uno de los santos patronos de los barrios. Las calles se decoran con guirnaldas y papel picado y aparecen vendedores de dulces típicos, pan de feria y antojitos. Además los niños disfrutan de los juegos mecánicos y los adultos bailan al ritmo de las bandas de aire. Las casas abren sus puertas para recibir a los transeúntes con un rico plato de mole y un tamal de sal. Es un lindo recordatorio del fuerte espíritu comunitario que caracteriza a este pueblo.
Las románticas callecitas empedradas
Casi todas las calles del interior del pueblo son empedradas o de tierra. Y en todos los rincones crecen plantas silvestres furtivas, que a veces alumbran el camino con sus flores. Es absolutamente romántico caminar por Tepoztlán…
Los colores
Para donde mires encontrarás una fantástica explosión de colores, entre la gente, la comida, la naturaleza, las artesanías. No hay áreas ni remotamente grises en Tepoztlán.
La gran cantidad de comunidades alternativas
La vida tranquila y la cercanía al campo y las labores de la tierra han llamado desde hace muchos años a comunidades que buscan vidas alternativas. Así, encontrarás iniciativas, talleres, terapias, mercados, alimentos y todo tipo de espacios y productos ligados a un estilo sustentable, ecológico, relajado y saludable.
El profundo misticismo
Tepoztlán siempre ha estado relacionado con lo místico. Antaño se creía que fue el lugar donde se concibió a Tepoztécatl, hijo de una doncella tlahuica y el dios Quetzalcóatl. Por otro lado, es sitio de múltiples avistamientos de OVNIS y de criaturas mágicas como duendes y hadas. Son muchos los que adoran Tepoztlán por la inmensa energía que emana y porque, a sus ojos satisface sus creencias. Además, tradiciones como las de los curanderos, los chamanes y los tiemperos en este pueblo están bien vivas.
La diversidad cultural
Como dijimos, Tepoztlán ha recibido a múltiples grupos migrantes. Algunos llegaron hace un par de siglos y con ellos trajeron lenguas como el zapoteco y el mixteco. Otros, llegaron recientemente de países como Estados Unidos, Francia, Inglaterra y en busca de una vida tranquila, han abonado a la cultura sustentable que cada día es más fuerte en Tepoztlán.
Lo cerca que está de la Ciudad de México
Para quien vive en la CDMX, Tepoztlán es un destino imperdible. A solo una y media de carretera, francamente, si eres chilango y no conoces este pueblo, te toca visitarlo este mismo fin de semana.
La arquitectura
Todo tipo de espacios arquitectónicos se encuentran en Tepoztlán. Desde la pirámide del Tepozteco, en la punta del cerro homónimo, hasta la primer biblioteca sustentable de latinoamérica, el centro cultural Pedro López Elías.
El delicioso clima
No podemos negarlo, cuando hace calor, hace mucho calor. Pero siempre está acompañado por la rica brisa que acaricia los árboles. Cuando llueve, también llueve con ganas, pero es revitalizante y el paisaje se pone precioso. En Tepoztlán las estaciones están bien marcadas y vale la pena experimentarlas todas.
Los curiosos hoteles y hospedajes
Hay posadas, hostales, cabañas, casas de campo y hoteles de todo tipo. Algunos elegantes, otros increíblemente románticos y otros de un diseño insólito. Te va a encantar quedarte en Tepoztlán.
La fuerza de su pueblo
No podemos olvidarnos de los tepoztecos, seres guerreros, como pocos, que siempre han luchado por mantener su pueblo como se los heredaron. A pesar de que se han abierto a las migraciones y esos foráneos que ya adoptaron con el nombre de “tepoztizos”, nunca han permitido la entrada de cadenas comerciales con las que no estén de acuerdo (como los Oxxos) y tratan de favorecer lo tradicional y la vida campesina. Eso hay que aplaudirlo y por qué no, disfrutar las bondades que vienen con ello.